MADE.V CHARLA


La charla fue impartida por dos arquitectos jóvenes que estudiaron en la ETSAVa, tras haber cursado previamente la carrera de aparejadores. Actualmente, dirigen su propio estudio y colaboran con dos profesores de la escuela.


Durante la ponencia, compartieron su experiencia en distintos concursos y proyectos en los que han trabajado. Explicaron la importancia del estudio previo al diseño, destacando cómo investigan la historia del lugar, no solo a nivel urbano o local, sino también centrándose en los eventos ocurridos en el emplazamiento exacto. Para ello, recurren a archivos históricos y fotografías de época, lo que les permite entender mejor el contexto y fundamentar sus intervenciones.


Asimismo, expusieron cómo adaptan su metodología en función de cada proyecto, variando los sistemas constructivos y materiales según las necesidades y particularidades de cada caso. En definitiva, su enfoque combina un profundo análisis histórico con soluciones arquitectónicas específicas para cada situación.
 

1. ¿Cómo cuadran cuando tienen ideas diferentes?

“Cuando tenemos ideas diferentes, lo primero es entender por qué cada uno defiende su propuesta. Solemos debatir mucho, poner las opciones sobre la mesa y ver qué aporta cada una al proyecto. No se trata de ganar o perder, sino de encontrar la mejor solución.


A veces, hacemos pruebas en bocetos o modelos 3D para visualizar cuál funciona mejor. Otras veces, buscamos referencias externas o incluso consultamos con el equipo o con el cliente.


Lo importante es que confiamos en el criterio del otro y sabemos que el debate enriquece el diseño. Hay momentos en los que uno cede y otros en los que encontramos un punto intermedio que ni siquiera habíamos considerado al principio. Al final, el proyecto siempre sale fortalecido de estas discusiones.”



2. ¿Cómo elegís a qué concursos presentaros y a cuales no?

“La elección de los concursos a los que nos presentamos no es aleatoria, sino que sigue una serie de criterios que hemos ido afinando con la experiencia:

-Interés en el tema o el programa

Nos fijamos en si el proyecto nos motiva y encaja con nuestra manera de entender la arquitectura. Preferimos concursos donde podamos aportar algo genuino en lugar de seguir tendencias sin más.

-Viabilidad y recursos

No todos los concursos son factibles. Evaluamos si tenemos el tiempo, el equipo y los medios para afrontarlo sin comprometer la calidad del trabajo ni otros proyectos en curso.

-Relevancia y proyección

Nos interesa participar en concursos que puedan aportar valor a nuestro estudio, ya sea por la repercusión, la posibilidad de construir o el prestigio del convocante.

-Condiciones del concurso

Analizamos las bases: los honorarios, los plazos, si hay compensación económica por participar o si el proceso es transparente. Hay concursos que, por su estructura o condiciones, no valen la pena.

-Posibilidades reales de ganar

No se trata de evitar la competencia, pero sí de evaluar si nuestras capacidades y experiencia nos dan una oportunidad razonable de éxito.


En resumen, no nos presentamos a todo. Escogemos estratégicamente, priorizando concursos que nos reten, que podamos desarrollar con calidad y que realmente valgan la pena para el estudio.”



3. ¿Qué pautas seguís para la elección de materiales y el sistema constructivo?

“La elección de materiales y sistemas constructivos es una parte fundamental del proceso de diseño. No solo influye en la estética, sino también en la funcionalidad, la sostenibilidad y la viabilidad económica del proyecto. Para tomar decisiones, seguimos estas pautas:

-Contexto y clima

Analizamos las condiciones del entorno para seleccionar materiales que se integren bien y respondan a las necesidades térmicas, de durabilidad y mantenimiento. No es lo mismo construir en una zona húmeda que en un clima seco o extremo.

-Identidad y concepto del proyecto

Cada material transmite una sensación diferente y tiene su propio lenguaje. Buscamos que los materiales refuercen el concepto del proyecto y la experiencia del usuario en los espacios.

-Sostenibilidad y eficiencia

Priorizamos materiales con bajo impacto ambiental, de origen local y, si es posible, reciclables o reutilizables. También valoramos sistemas constructivos que optimicen recursos y reduzcan residuos.

-Disponibilidad y viabilidad económica

No sirve de nada proyectar con materiales ideales si luego son difíciles de conseguir o disparan el presupuesto. Evaluamos costos, tiempos de suministro y facilidad de ejecución en obra.

-Compatibilidad con el sistema constructivo

Los materiales deben trabajar bien juntos y responder a la lógica estructural y constructiva del proyecto. Siempre estudiamos cómo se ensamblan, cómo envejecen y qué mantenimiento requieren.

-Innovación y experimentación

Nos gusta explorar nuevas soluciones cuando el proyecto lo permite, probando técnicas contemporáneas o reinterpretando sistemas tradicionales de manera innovadora.


En definitiva, cada material y sistema constructivo se elige con una intención clara, buscando equilibrio entre diseño, sostenibilidad, viabilidad y calidad espacial.”

 

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